RÍO SEÑALES

Un Río Rico en Patrimonio Cultural y Agrícola

El Río Señales es reconocido como uno de los principales ríos del distrito de Ocú.7 Desempeña un papel crucial como afluente principal del Río Parita, ambos situados en la provincia de Herrera.8 La Cuenca 130 del Río Parita, que incluye al Río Señales, posee una superficie total de drenaje de 603.16 kilómetros cuadrados, con el río principal (Parita) extendiéndose a lo largo de 70 kilómetros.8 Esta cuenca alberga una población de 9,049 habitantes.8

La importancia cultural del Río Señales es singular, destacándose por la presencia de "señales de Indigenas de Cientos de Años Atras".12 Esta mención sugiere fuertemente la existencia de petroglifos u otras formas de arte rupestre precolombino en sus orillas. Investigaciones más amplias sobre petroglifos en Panamá indican que muchos sitios arqueológicos de este tipo están asociados con "mantos acuíferos -ríos o quebradas-".13 El arte rupestre panameño a menudo presenta diseños geométricos, zoomorfos (como lagartos, serpientes y aves) y antropomorfos, siendo las espirales un motivo recurrente.14 La documentación de estos petroglifos implica un proceso riguroso que incluye limpieza, fotografía, calco y geolocalización mediante GPS.13 Estos sitios son de vital importancia para la comprensión de la historia precolombina y la identidad cultural de la nación.15

Desde el punto de vista económico, el Río Señales es fundamental para la agricultura local. La cuenca del Río Parita, de la que forma parte, presenta un porcentaje significativo de tierras cultivadas y pastos, oscilando entre el 30% y el 50%, con la explotación agropecuaria ocupando entre el 75% y el 89.9% de la tierra.8 La relevancia del río radica en su uso para el riego de campos de cultivo, especialmente durante la estación seca en la región de Azuero.8 Esta actividad es crucial para la producción de cultivos no tradicionales destinados a la exportación, lo que representa una fuente principal de ingresos en la estación seca.8

La presencia de antiguas marcas indígenas (petroglifos) en el Río Señales 12, junto con su papel crítico en la irrigación agrícola 8, crea una doble vulnerabilidad. Las prácticas agrícolas, sobre todo aquellas que implican el uso de agroquímicos 5, podrían dañar inadvertidamente sitios arqueológicos no documentados o desprotegidos cerca del río. A la inversa, un acceso no regulado a los sitios culturales podría impactar las tierras agrícolas. Esta interconexión subraya la necesidad de una planificación del uso del suelo que integre tanto el desarrollo económico como la preservación cultural.

La herencia cultural única del Río Señales, manifestada en sus petroglifos, combinada con su importancia agrícola, ofrece una oportunidad para desarrollar el turismo de patrimonio cultural. Este tipo de turismo podría integrarse y, potencialmente, beneficiar prácticas agrícolas sostenibles. Al promover métodos agrícolas respetuosos con el medio ambiente (para mitigar la contaminación 5) y vincularlos con la narrativa cultural del río, se podría crear un producto turístico distintivo que atraiga a visitantes interesados tanto en el patrimonio como en las economías locales sostenibles. Esto podría generar flujos de ingresos diversificados y una mayor participación comunitaria en los esfuerzos de conservación. La mención de "señales de Indigenas" 12 sin descripciones detalladas o ubicaciones precisas en los documentos indica una necesidad urgente de realizar estudios arqueológicos profesionales y documentar adecuadamente estos bienes culturales para su identificación, evaluación y protección apropiadas.

La población de la cuenca del Río Parita se describe como hispano-indígena y afro-antillana.8 El distrito de Ocú, en general, está compuesto mayoritariamente por mestizos, descendientes de españoles y algunas familias de origen chino.1