
RÍO EL CHOROO
Un Destino Ecoturístico Prometedor
El Río El Choroo, también conocido como El Chorro de San Pedro, se presenta como un sitio turístico de notable belleza natural en el distrito de Ocú, provincia de Herrera. Específicamente, se localiza en la comunidad de La Trinidad, dentro del corregimiento de Menchaca, a una distancia de aproximadamente 8 minutos del centro poblado de Ocú.
Este lugar es frecuentemente visitado por turistas debido a su gran atractivo natural, siendo descrito como un "paraíso de aguas azules".5 El Chorro de San Pedro se destaca como un destino atractivo para el turismo interno y el senderismo.9 Su desarrollo es identificado como una oportunidad para potenciar el turismo en Ocú.9
Sin embargo, el potencial ecoturístico de El Choroo está intrínsecamente ligado a la implementación exitosa de programas de reforestación y a esfuerzos más amplios de conservación del agua en la región. El documento enfatiza la importancia de reforestar con especies nativas para integrar este destino en proyectos turísticos.9 La viabilidad económica del turismo en esta zona depende directamente de la salud ecológica del río.
El contexto hidrológico más amplio de Ocú, donde se encuentra El Choroo, revela preocupaciones ambientales significativas. Se ha documentado la contaminación de ríos y arroyos debido a la fumigación agrícola, especialmente en el sector de la caña de azúcar, donde el uso de agroquímicos tóxicos deteriora los ecosistemas de agua dulce en la cuenca del río Parita.5 Además, existe una falta generalizada de conservación de los recursos y fuentes hídricas en el distrito, lo que contribuye a la contaminación del agua.5 Si el desarrollo turístico en El Choroo avanza sin una sólida protección ambiental y una gestión adecuada de la calidad del agua, existe el riesgo de que se exacerben los problemas de contaminación existentes. Esto podría degradar la misma belleza natural que atrae a los visitantes, generando un ciclo negativo donde el turismo, en lugar de beneficiar, termina por perjudicar el entorno. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una planificación integrada que salvaguarde el ecosistema mientras se promueve el desarrollo.

